Este es otro relato mio que subo a este blog...
"Desde la orilla del mar..."
Y no sabes cómo reaccionar no pretendes fingir, ni expresar la verdad, haz decidido no hacer nada, desistir de esto…
Te diriges a la playa de noche y en invierno, caminas cierta distancia por la orilla del mar observando las olas que van en aumento, tomas unas cuantas piedras y tratas de hacerlas brincar en el mar, en el vasto e infinito mar. De cada piedra solo puedes hacer que 3 o 2 brinquen 3 o 2 veces, luego se hunden, bajan al fondo del mar, al vasto mar.
Y al llegar a la última piedra, la cual aun sigue en tu mano (piensas en arrojarla pero hacia la arena del otro lado del mar) pero no sabes por qué, pero la lanzas como todas las demás, intentando que brinque, que de unos cuantos saltos y luego se hunda.
Te preparas, acomodas la piedra entre tus dedos, lanzas lentamente todo el brazo hacia atrás, observas la marea, preparas el lanzamiento y ejerces la fuerza necesaria para arrojar la piedra al mar, la lanzas, se va de tu mano, la observas, regresas a tu posición natural (de tu cuerpo) y vez como la piedra brinca una vez, luego como desciende en el aire y brinca por segunda vez, evitando una pequeña ola, va cayendo, poco a poco y brinca una tercera vez de una manera descompuesta, moviéndose extrañamente (no como las anteriores) y crees que no podrá brincar una cuarta vez, que en este intento se hundirá como las demás piedras que la precedieron que se encuentran bajando, buscando el fondo del mar, del vasto mar…
Pero te llama la atención que se sigue moviendo extrañamente y observas el instante previo de tocar el mar, como sorprendentemente expande unas alas sobre su cuerpo y emprende el vuelo, evitando el choque en el agua, te encuentras perplejo de lo que acabas de ver. Y sigues con la mirada esa extraña piedra, volando con sus alas, subiendo cada vez más, poco a poco, pero cada vez más, observas como pierde el camino en las corrientes de aire, ves como todavía no domina la técnica…
Y poco a poco va amaneciendo…
Y poco a poco va subiendo la piedra…
Y poco a poco van bajando las otras…
Cuando la piedra alcanza cierta altura, el sol se descubre así mismo, la piedra se dirige a hacia él, alejándose del mar, pero cada vez que se acerca siente un calor insoportable, pero no se para, sigue su travesía, acercándose cada vez más al increíble y majestuoso sol, alejándose del vasto e infinito mar…
Pero cuando está a punto de tocar a el sol, sus alas se incendian, incinerándolas completamente… la piedra va cayendo rápidamente, esta vez las corrientes de aire no la consiguen mover, va en picada, a una velocidad sorprendente, observas todo esto desde la orilla del mar, del cual la marea ya ha bajado, y continuas observando a un sorprendido como va cayendo la piedra rápidamente asustando a unas aves que se interponen (sin darse cuenta) en su camino, haciéndolas perder el suyo, mas no el de la piedra que continua descendiendo hacia el mar alejándose drásticamente del sol, y observas como la piedra golpea violentamente la superficie del mar y se pierde en el, al instante, dejando un rastro de agua en el aire después del impacto…
Y sigues tu caminar por la orilla del mar pensando si esa piedra llegara primero a tocar el fondo del vasto e infinito mar…
Isaac Contreras
1 comentario:
me encanta como escribes eh! muy bueno, pasate por el mio si deseas, un beso
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