“Yo es otro”
“¿Quién
soy yo? ¿Qué prueba tengo de mi propia identidad más que la permanencia de mi
yo físico?”1
Con
una frase de Luigi Pirandello que envuelve toda la cuestión de este escrito
sobre el hombre moderno, ¿Quién soy? ¿Y que hago para ser ese yo? ¿Soy libre de
ser quien quiero ser, ese yo que sé quién soy? Preguntas que me vienen a la
mente tras leer el capítulo 7 de Erich Fromm de su libro “El miedo a la
libertad” y tomando notas sobre el texto:
“La pérdida del yo ha aumentado la
necesidad de conformismo, dado que origina una duda profunda acerca de la
propia identidad. Si no soy otra cosa que lo que creo que los otros suponen que
yo debo ser... ¿Quién soy yo realmente”2 Esa necesidad de ser identificado por los
demás me expone el primer miedo de la sociedad, debo ser alguien, aunque sea
una copia de otro ya existente, o en otras palabras debo ser quien me dicen ser
para ser notado, en esta sociedad actual, donde el hombre moderno es un libre
pensador, un derecho que se ha ganado con el tiempo y que lo está llevando a su
muerte, ¿en verdad el ser humano puede saber quién es? Pero me surge el segundo problema que tiene el
hombre, quien o quienes son aquellos los encargados de medir, de sugerir, de decir
como es un yo libre, un yo realmente, un yo-yo y no un yo-el, donde está la libertad de decidir lo que el
hombre entiende por yo, quien identifico, quien dijo
el significado de libertad, se puede aplicar el mismo concepto en este tiempo,
en este siglo “Cuál es, entonces, el
significado de la libertad para el hombre moderno?”3 pero para
contestar esta pregunta (el significado de la libertad) debemos saber, conocer,
que entendemos por el hombre moderno,
puesto que he ahí el gran problema, hombre moderno que reprime el pensar, el
sentimiento, y la emoción, que ha dejado el poder de su mente en manos de los
demás, que le digan que pensar, el es un experto en seguir instrucciones,
alguien por favor hágale un manual el cual seguir, el no dirá nada en contra,
si es que eso no viene en las instrucciones de ese manual (1- seguir al pie de
la letra, 2- para ser diferente tienes que leer esto que le di a todos 3- di que eres diferente aun sabiendas que
eres igual que todos 4- no pienses……) "El hombre moderno está dispuesto a
enfrentar graves peligros para lograr los propósitos que se supone sean suyos,
pero teme profundamente asumir el riesgo y la responsabilidad de forjarse sus
propios fines"4 pero no podemos cuestionar el hecho que el
hombre moderno libremente decidió otorgar su pensamiento a un grupo a una
sociedad que le proporcione su “libre albedrio”, sus “emociones”, “sus deseos”,
pero lo que podemos cuestionar es cuando no otorgamos nuestro libre
pensamiento, nuestro decidir por nuestro propio criterio , pero: “La dificultad especial que existe en
reconocer hasta qué punto nuestros deseos —así como los pensamientos y las
emociones— no son realmente nuestros sino que los hemos recibido desde afuera,
se halla estrechamente relacionada con el problema de la autoridad y la
libertad”5 porque no podemos negarnos en que el hombre
moderno vive en una sociedad moderna, plagada de imágenes subconscientes,
inteligentemente planeadas para crear un pensamiento que no viene a partir de
un deseo que tienes, si no que te fue implantado, vivimos en una sociedad más
moderna que el hombre moderno, puesto que
“Los hechos pierden aquella
calidad que poseen tan sólo en cuanto constituyen partes de una estructura
total, y conservan únicamente un significado abstracto y cuantitativo; cada
hecho no es otra cosa que un hecho más, y todo lo que importa es si sabemos más
o menos. La radio, el cine y la prensa ejercen un efecto devastador a este
respecto. La noticia del bombardeo de una ciudad y la muerte de centenares de
personas es seguida o interrumpida, con todo descaro, por un anuncio de
propaganda sobre jabón o vino”6 Esto nos lleva a que el hombre moderno
pelea contra dos fuerzas por tratar de ser “diferente” en su pensamiento y en
su persona, la primera es la constante bombardeo informático sobre el que
pensar (véase la televisión, internet, libros, radio, cine, periódicos etc) y
la segunda fuerza es el hombre que representa la sociedad a la que se pertenece, puesto que “En nuestra sociedad se desaprueban, en general, las emociones. Si bien
pueden caber muy pocas dudas de que todo pensamiento creador, así como cualquier
otra actividad espontánea, se hallan inseparablemente ligados a las emociones,
el vivir y el pensar sin ellas ha sido erigido en ideal. Ser
"emotivo" se ha vuelto sinónimo de ser enfermizo o desequilibrado”7 y por ende la constante lucha del ser yo,
diferente al resto de la sociedad en la que vivo, es una batalla que compromete
mucho al individuo “raro” “extraño” y tantos
nombres más se le adjudican a este que en realidad es el verdadero “yo-libre” ese que Arthur Rimbaud
planteaba en esta frase “Yo es otro”*. Y como este individuo pelea en contra y
solo sin la ayuda de nadie, se consigue observar que lo que le rodea no lo
ayuda en nada si no lo perjudica: “Además
de los factores que acabamos de mencionar existen otros que, de una manera
activa, contribuyen a confundir lo que
en el individuo medio queda de la capacidad de pensamiento original. Con
respecto a todos los problemas básicos de la vida individual y social, a las
cuestiones psicológicas, económicas, políticas y morales, un amplio sector de
nuestra cultura ejerce una sola función: la de confundir las cosas”8. Uno de los mayores
problemas para el hombre moderno que no desea ser parte de esa “diferencia igualitaria”
es que nuestros sabios modernos
(un término extravagante si se me permite el concepto) son peores que el hombre
moderno, puesto que no desean compartir su pensamiento enriquecido, su pirámide
conceptual del yo, su arcaica manera de conservar el poder para si mismo, no
compartir y repartir el conocimiento, el querer ser el sabio dentro de la
sociedad inculta, y no formar parte de una sociedad de sabios, y entrar al
juego de yo te afecto pero no me puedes hacer nada por no saber cómo, o para entenderlo un poco mejor en un
concepto metafórico como decía Tito
Maccio Plauto: "el hombre
es un lobo para el hombre"9 escudándose en el trillado mensaje de los
sabios que utilizan es que no entenderás esto es demasiado complejo, no pierdas
tu tiempo: "Un tipo de cortina de
humo consiste en afirmar que los problemas son demasiado complejos para la
comprensión del hombre común. Por el contrario, nos parecería que muchos de los
problemas básicos de la vida individual y social son muy simples, tan simples
que deberíamos suponer que todos se hallan en condiciones de comprenderlos.
Hacerlos aparecer tan monstruosamente complicados que sólo un
"especialista" puede entenderlos, y eso únicamente en su propia y limitada esfera,
produce —a veces de manera intencional— desconfianza en los individuos con
respecto a su propia capacidad para pensar sobre aquellos problemas que
realmente les interesan"10 eh ahí quizás un tanto el génesis de
esta avalancha de imágenes en la cual nos vemos sumergidos en este siglo, esos
“especialistas” a los que dejamos encargados de las cosas que no entenderíamos
por complicadas y que no nos dimos el tiempo de pensar un poco, podemos ver en
nuestra sociedad actual como el cine y la televisión tiene un gran impacto en
nuestra manera de pensar y ser, esa libertad que nos enjaula desde una
pantalla: “el sentimiento barato e
insincero que el cine y la música popular ofrecen a millones de sus clientes,
hambrientos de emociones, resultan ser la consecuencia de todo esto”11 y con todo esto, nos
referimos a esta incivilización de la “sociedad moderna” donde se culpa al “yo-diferente” que es igual
a ti, a el, a ella, que se encargan de recriminar al que está a tu lado y no al
que te pisotea desde arriba, donde con el tiempo nos transformamos en una
especie de insensible-contemporáneo donde: “no
solamente se suprime directamente la hostilidad y se matan los sentimientos
amistosos al sobreponerles su falsificación, sino que también hay una amplia
gama de emociones espontáneas que son reprimidas y reemplazadas por pseudosentimientos"12 y esto nos da idea del
“yo-falso-diferente” que se deja llevar por el pensamiento colectivo, por es manual
que sigue al pie de la letra, sin saber que lo está leyendo, que nunca lo pidió
y que se lo dieron, anda lee te va a servir un poco inculto, tú qué quieres
conocimiento lee esto y haz caso a todo lo que dice ahí, si léelo para que seas
diferente…
Yo no critico al hombre, ni a la persona, critico
la idea, la idea fundamentada por unos cuantos que pretender que esto siga así,
al menos no lo deseo para mi, y esto es ya salirse de ese manual de
instrucciones, de romperlo, quemarlo, pero los demás esos
“yo-falsos-diferentes” no lo comprenden aun,
y quizás no lo comprendan, y cierro este ensayo con dos de mis frases
favoritas la, primera de Eleanor Roselvelt
para dar mi postura ante la idea, la persona y el hecho: "las grandes mentes discuten ideas; las
modestas, hechos; las mediocres, personas"13 y la segunda frase es mi posición ante el yo y lo que
le rodea: “Lo absurdo no son las cosas, lo
absurdo es que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas. A mí se me
escapa la relación que hay entre yo y esto que me está pasando en este momento.
No te niego que me está pasando. Vaya si me pasa. Y eso es lo absurdo.”
Isaac Contreras
Citas
literarias utilizadas:
1-
Luigi Pirandello
2
al 8- Erich Fromm Libro: “el miedo a la libertad” cap.7
9-
Tito Maccio Plauto
10 al 12- Erich Fromm Libro:
“el miedo a la libertad” cap. 7
13-
Eleanor Roselvelt
14- Julio Cortázar Libro: “Rayuela” cap. 28