Nota: Cronica del dia 02 de abril durante la feria del libro (Mexicali 2011) sobre el poeta Arturo Davila, sobre la lectura de sus poemas y mas...
Entonces estábamos ahí sentados aun no comenzaba, estábamos sentados, solamente diez personas, una pareja de jóvenes chico y chica a mi izquierda, una joven que era la presentadora en frente ala izquierda, otra pareja de señoras enfrente ala derecha, un señor mas en frente, otro aun lado de el un poco mas enfrente ala derecha, otra joven y ella, ahí estaba ella, sentada como a 7 filas de mi, de espaldas, yo estaba al fondo de la sala, éramos 10 personas, 9 personas y ella…ella ahí estaba sentada a un lado de otra joven, su amiga, pero ahí estaba ella… no podía dejar de mirarla, entonces voltea y yo esquivo su mirada, por un momento, que no note que la estabas mirando, luego la observo, me saluda le sonrío, ahí estaba ella…entonces empieza la lectura presentan al poeta Arturo Dávila, sentado frente a nosotros en una mesa con un micrófono, con una botella de agua sin tocar y sus innumerables hojas-poemas sobre la mesa, la presentadora finaliza la bienvenida y la presentación, el poeta inicia su lectura, nos saluda, nos menciona unas cuestiones sobre por que escogió esos poemas para leer, luego dispone a leerlos, el empieza con uno de los poemas de su primer libro, me gusta la explicación que realiza de por que esos poemas nos lee, como toma otro significado el poema sabiendo de donde viene, o de por que surgió, o para quien, como algunos son para amigos, o venganzas amorosas de alguna chica, o de algún momento…mientras lee los poemas yo no puedo dejar de verla, ahí esta ella, de espaldas, observo su larga cabellera, como ella se mueve en la silla, como mueve su cuello de izquierda a derecha, como se ríe de alguna línea de algún poema que lee el poeta Arturo Davila, nunca dejo de escuchar al poeta, lo escucho pero no puedo dejar de observarla, ahí esta ella, escucho con especial atención el poema que le dedica a una chica que conoció en su juventud, me fascina la manera en que inicia el poema que repito después de que el la termina “a las mujeres bonitas / y a los buenos caballos, / los echan a perder los pendejos¨ sigo escuchando el poema, la sigo viendo a ella, de espaldas, luego se me queda grabada esa línea, esas palabras, esa línea del poema, como nos explicaba un día antes, el mismo poeta que ahora lee sus poemas, cuando estábamos en el taller de poesía, (eso que me gusto mucho, como lo explico…) ese juego del lenguaje, ese twist en las palabras que no todos los poemas tienen, esas palabras que crean imágenes inmediatamente, esas palabras en los poemas y mas en los líricos, esa línea que lo define todo, que se guarda en tu memoria, me gusta mucho, la anoto en una hoja que traigo en el libro-poemario de Neftali Bernal, escribo sin antes ver un momento mas a ella ahí sentada, “me quede abrazando tu sombra fugitiva / mas ligera que la espuma de un sueño” continuo escuchando, continuo mirándola a ella, están hermosa, están bella…luego el poeta describe maravillosamente el siguiente poema que leerá, sobre uno de sus amigos y sobre sus consejos sobre las mujeres, el poeta sigue leyendo sus sorprendentes poemas, me emociona estar en este lugar, en este preciso momento, me gusta y me disgusta que solo haya 10 personas en la sala, esto debería escucharlo todo mundo, la poesía debería escucharla/leerla todo el mundo, pero también pienso que no, que esto se quede así, que solo algunos cuantos por la necesidad de buscar algo nuevo se encuentre con estos momentos en la vida, que estén aquí, como estas 10 personas escuchando estos poemas, que describen toda una vida, la vida de un poeta, la vida del poeta Arturo Dávila, también no quiero que haya mas gente en esta sala por que me estorbarían para mirarla a ella, ahí sentada , tan linda, tan hermosa, no me dejarían verla, eso no me gustaría, por que es tan hermosa, si tan solo pudiera estar mas cerca de ella, aun lado, eso seria increíble, estar sentado aun lado de ella ver esos hermosos ojos de cerca, pero, no lo se, que pensaría si yo estuviera a un lado de ella, no se, quizás ni quiera verme en esta sala, estará pensando en mi, no lo creo… el poeta continua leyendo sus poemas, de pronto me enojo conmigo mismo empiezo a toser, no muy fuerte, pero con un sonido de mis pulmones, que indudablemente pueden percibir los otros, me enoja en verdad, por que no puedo controlar la tos, entonces salgo por un momento, a toser afuera, regreso, el poeta sigue leyendo, vuelvo a toser, saco una paleta para controlar la tos, por momentos lo consigo, vuelvo a ponerle atención al poeta, la pareja de jóvenes se levantan y se van de la sala, el poeta lo ha notado mientras Leia uno de sus poemas, sigue leyendo, sus poemas producen imágenes en mi cabeza, ¿no es ese el objetivo de la poesía…? Sigo tosiendo, un poco mas fuerte, sigo observándola a ella, como mueve su cuello, su larga cabellera y se acomoda en la silla, es tan linda…el poeta nos lee diferentes poemas de sus diferentes libros, nos explica el por que, el como, el cuando de sus poemas, o al menos una parte, dice que nos leerá un poema pero no lo encuentra, busca entre sus innumerables hojas sobre la mesa y no lo encuentra, mientra los busca nos explica el poema que leerá pero no lo encuentra, hojea y hojea y no lo encuentra, no lo encuentra, no lo encontró… Nos lee los últimos poemas, sus grandes poemas, y nos menciona si alguien tiene alguna pregunta, alguien levanta la mano, le hace una pregunta sobre su manera de escribir, el poeta contesta, mientras yo formulo mis preguntas que le hare, tengo al menos 13 preguntas que hacerle, pero no puedo hacerle 13 preguntas, son demasiadas, escojo las mejores que creo poder hacer, y ahí voy me aventuro a levantar la mano, pero se me adelanta una señora, le hace una pregunta sobre que lo inspira a escribir, yo la observo a ella, tan hermosa, tan bella, tan lejos… el poeta contesta, otra vez tomo el valor de hacerle las preguntas, levanto mi mano, me señala, la observo a ella y por 2 segundos olvido las preguntas, luego regresan sin forma y trato de recomponerlas y ahí consigo al menos un poco darme a entender mis preguntas, sobre si tiene una hora especial para escribir o si lo hace en cualquier momento, sobre si se da cuenta de lo que esta escribiendo o al final de terminar, lo lee y es ahí cuando cae en cuenta de lo que ha escrito, el poeta Arturo Davila duda, siento que no me a entendido, ¡como si ni yo me eh entendido!!!, pero me contesta, que la mayoría del tiempo la inspiración le viene después de las 2 o 3 am, pero que también escribe en otros momentos, luego me contesta la otra pregunta en que a veces suele pasar en que es como mitad y mitad se entiende y no se entiende, luego toma una hoja y menciona leeré este poema llamado la mosca, para dar una respuesta a tu pregunta, nos explica como surgió el poema, un poema soberbio, pienso yo que el poema se debiera llamar el duelo de la mosca, ese juego de palabras en el titulo describirían bien la trama del poema, pero no se lo digo, en cambio levanto de nuevo la mano y hago otra pregunta, previo haber tosido de nuevo durante la lectura del poema y observarla a ella nuevamente, ahora le pregunto, bueno trato de preguntarle, por que lo hago de una manera torpe, sobre si escribe por medio de una inspiración que le llegue de repente o sobre si absorbe ciertos momentos de algún día, doy ejemplos torpes, y continuo, sobre si absorbe esas ideas y luego desembocan en un poema o en varios poemas, el poeta me responde con algo que decía T.S. Elliot y luego menciona que son las dos cosas, que a veces la musa le llega de repente y escribe 20 o 30 poemas y en otras ocasiones recolecta imágenes que luego en el momento adecuado se catalizan en un poema… el poeta vuelve a preguntar si aun hay preguntas, y viendo que nadie levanta la mano, me armo nuevamente de valor y le pregunto nuevamente mientras pienso, ya esta es la ultima estas haciendo muchas preguntas, y aparte son preguntas estupidas… le pregunto por ultimo citando una frase de una escritora que dice “Todo lo que he escrito me ha sucedido o me sucederá…” entorno a esa cita le pregunto si le pasa que escribe algún poema que no entiende en ese momento pero que pasa el tiempo y le sucede algo similar y vuelve a leer ese poema y hay una conexión entre el poema y el momento ocurrido después, el poeta responde con una pequeña broma donde dice que el no es un profeta, pero luego menciona que pocas veces le a ocurrido y recuerda el poema que leyó al principio como el segundo o tercero que habla sobre la partida… entonces nadie mas hace preguntas, yo tengo aun muchas preguntas que hacer, pero no ya no, ya hice demasiadas preguntas estupidas… la presentadora le da las gracias y cierra el evento de lectura con el poeta Arturo Davila, el poeta nos da las gracias por a ver estado presentes, nosotros respondemos con aplausos, el poeta menciona que trae unos cuantos ejemplares impresos de sus poemas por su alguien los quiere, tengo que hacerme de uno al menos pienso, son poemas increíbles, nos levantamos algunos platican con el, me acerco lentamente, en todo este tiempo no e dejado de observarla incluso mientras hacia las preguntas o cuando el poeta contestaba, y ahí esta ella enfrente de mi a un lado de su amiga, aun lado de su profesor, a lo lejos el poeta… cuando trato de hablar y pedirle un ejemplar de copias, ella me gana y le dice -es que quería saber si aun le quedaban los ejemplares que dijo- el poeta responde que si, y nos da uno a cada uno, a ella, a su amiga y ami, firmados… entonces me despido del poeta, ella esta ahí afuera, fumando con su amiga y el profesor me acerco, el profesor me sonríe, sonrío, la observo a ella, estoy frente a ella me comporto de una manera extraña, torpe. no puedo decirle lo que en realidad quisiera decirle en vez le pido si me regala un cigarro, ¡un cigarro por dios, que idiota soy, yo traigo una caja llena en el pantalón!!!! me digo parar mi, pero, no se, solo me salen esas palabras torpes, “me regalas un cigarro…”, me da uno trato torpemente de encenderlo, le entrego la caja y el encendedor, la escucho hablar sobre una locura que pienso cometer, su amiga reacciona ante esa locura, pero yo no puedo dejar de verla a ella, es tan hermosa, pero como decírselo, no se como decírselo, actúo nervioso frente a ella, torpe, estupido, solo me limito a despedirme, me alejo por el pequeño camino hacia la feria del libro, diciéndome estupido, estupido, estupido, estupido!!!
La segunda parte esta
AQUIIsaac Contreras