Se encontraba en su sala, en su sillón tapizado de un color café que ante la falta de luz se ennegrecía; sobre la mesa, se encontraba la botella de vino, en su mano la copa agitándola circularmente, los ojos de el yacían en el movimiento oscilante del vino rojo, si por su mente pasaba un pensamiento, tendría como origen el vino, la tenue luz que reflejaba la leña encendida dentro de la chimenea, la pipa cargada de tabaco que descansaba en su boca, humeante boca, su casa era bastante grande, en ciertas habitaciones se hospedaba el eco, su sala como su biblioteca eran como aquellas de la antigüedad altas, muy altas y grandes, su sala y su biblioteca eran divididas por un marco con sus puertas giratorias de vidrio y madera, que combinaban con su tapiz del el sillón donde el descansaba, sin apartar la mirada de vino, de pronto el vino dentro de la copa se movió, luego sintió una opresión en su cabeza, una opresión exterior, una pistola descansaba encima de su oreja, cerca de su cien, por primera vez aparto la vista de la copa, fue entonces cuando los escucho…
-Ni siquiera intentes mirarnos- dijo el que portaba la pistola con voz grave
-Mucho menos gritar…- prosiguió el segundo que su voz provenía de más atrás cerca del marco de la puerta que daba ala biblioteca.
el portador del arma siguió –bien esto es lo que haremos… nos dirás donde guardas el dinero y las joyas de la familia… esto nos importa poco, solo nos lo llevaremos para que tu muerte la consideran por robo-
al escuchar esto soltó la copa, observo el trayecto del vino dentro de la copa y como golpeo silenciosamente la alfombra de la sala, siguió el rastro del vino que se impregnaba cerca de la mesa, no lo podía creer “mi muerte” escuche decir pensó,
la pistola se hundió mas en su cien, ese movimiento los había asustado, prosiguió el portador del arma –movimiento en falso, y lo ultimo que miraras es el vino manchando tu preciosa alfombra…Ahora bien, ya que vas a morir te diré por que estamos aquí, simplemente estamos aquí por el deseo de arrebatar la vida de alguien y tu mi querido amigo eres ese alguien, el dinero nos importa poco, las joyas si queremos las dejamos pero no parecería robo en la escena del crimen y cambiaria todo el plan… y si piensas que por que el arma, claro si es que piensas otra cosa, de seguro tu mente gira entorno a tu vida, no quieres morir, por que tu dirás, piensas en todo lo que no hiciste, tu familia como te encontrara… regresando a lo del arma, es por el placer visual de ver, tu sangre corre estrepitosamente, la fuerza brutal que la bala atravesara tu cráneo y si saldrá por el otro lado, es un capricho personal, para mi deleite, tu muerte me satisface… ahora bien si eres tan amable, de decirle a mi compañero donde es que guardas tu dinero…-
con un tono sarcástico siguió –Pero que descortés de mi parte si no nos hemos presentado, por favor podrías decirme tu nombre señor…tu nombre que dirá tu lapida..-
-señor durhamel…Friederich Durhamel…- profirió mientras sigue viendo como ya por completo el vino penetraba la alfombra, pensando que su sangre haría lo mismo y se mezclaría con el vino dentro de la alfombra.
-Ohh el celebre escritor Durhamel…hace cuanto que no se sabe nada de ti… cual fue aquella ultima novela que escribiste…polémica por cierto…- dijo el que sostenía la pistola.
.La casa en llamas...- ala brevedad dijo el otro
-ahhh si si la casa en llamas…. Muy buena, muy controversial, muy polémica cuantos problemas surgieron, cuan mencionada fue por todos…-
El señor Durhamel dijo –es acaso…tu idiota ladronzuelo…impaciente de mi sangre…que habrás leído algún libro en tu vida…-
-<<Me arrepentí de ver hacia atrás, el culpable había sido yo y ella…pagaría, con su muerte…- exclamo el del arma y siguió >>– no es así como inicia tu novela…-
-Invecil- grito Durhamel y recito - <<Arrepentido estaba, mirar hacia atrás era un grave error, el culpable había sido yo, con su muerte ella pagaría…>>- y siguió con un tono de enfado –No cites si no eres capaz de recordar, y menos si cambias el sentido de lo escrito…-
-Ni siquiera intentes mirarnos- dijo el que portaba la pistola con voz grave
-Mucho menos gritar…- prosiguió el segundo que su voz provenía de más atrás cerca del marco de la puerta que daba ala biblioteca.
el portador del arma siguió –bien esto es lo que haremos… nos dirás donde guardas el dinero y las joyas de la familia… esto nos importa poco, solo nos lo llevaremos para que tu muerte la consideran por robo-
al escuchar esto soltó la copa, observo el trayecto del vino dentro de la copa y como golpeo silenciosamente la alfombra de la sala, siguió el rastro del vino que se impregnaba cerca de la mesa, no lo podía creer “mi muerte” escuche decir pensó,
la pistola se hundió mas en su cien, ese movimiento los había asustado, prosiguió el portador del arma –movimiento en falso, y lo ultimo que miraras es el vino manchando tu preciosa alfombra…Ahora bien, ya que vas a morir te diré por que estamos aquí, simplemente estamos aquí por el deseo de arrebatar la vida de alguien y tu mi querido amigo eres ese alguien, el dinero nos importa poco, las joyas si queremos las dejamos pero no parecería robo en la escena del crimen y cambiaria todo el plan… y si piensas que por que el arma, claro si es que piensas otra cosa, de seguro tu mente gira entorno a tu vida, no quieres morir, por que tu dirás, piensas en todo lo que no hiciste, tu familia como te encontrara… regresando a lo del arma, es por el placer visual de ver, tu sangre corre estrepitosamente, la fuerza brutal que la bala atravesara tu cráneo y si saldrá por el otro lado, es un capricho personal, para mi deleite, tu muerte me satisface… ahora bien si eres tan amable, de decirle a mi compañero donde es que guardas tu dinero…-
con un tono sarcástico siguió –Pero que descortés de mi parte si no nos hemos presentado, por favor podrías decirme tu nombre señor…tu nombre que dirá tu lapida..-
-señor durhamel…Friederich Durhamel…- profirió mientras sigue viendo como ya por completo el vino penetraba la alfombra, pensando que su sangre haría lo mismo y se mezclaría con el vino dentro de la alfombra.
-Ohh el celebre escritor Durhamel…hace cuanto que no se sabe nada de ti… cual fue aquella ultima novela que escribiste…polémica por cierto…- dijo el que sostenía la pistola.
.La casa en llamas...- ala brevedad dijo el otro
-ahhh si si la casa en llamas…. Muy buena, muy controversial, muy polémica cuantos problemas surgieron, cuan mencionada fue por todos…-
El señor Durhamel dijo –es acaso…tu idiota ladronzuelo…impaciente de mi sangre…que habrás leído algún libro en tu vida…-
-<<Me arrepentí de ver hacia atrás, el culpable había sido yo y ella…pagaría, con su muerte…- exclamo el del arma y siguió >>– no es así como inicia tu novela…-
-Invecil- grito Durhamel y recito - <<Arrepentido estaba, mirar hacia atrás era un grave error, el culpable había sido yo, con su muerte ella pagaría…>>- y siguió con un tono de enfado –No cites si no eres capaz de recordar, y menos si cambias el sentido de lo escrito…-
[CONTINUARA....]
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